• La entidad ya está recibiendo solicitudes para optar al XVII Premio Nacional de Gastronomía Tradicional Lola Torres

• El fallo, como en años anteriores, será expuesto en un acto coincidiendo con la Festa do Marisco de O Grove
08.09.2018_La Fundación Amigos de Galicia ya está recibiendo candidaturas de diferentes restaurantes por parte de asociaciones gastronómicas para optar al XVII Premio Nacional de Gastronomía Tradicional Lola Torres.
Aquellos/as restaurantes o asociaciones gastronómicas interesados/as en enviar candidaturas aún están a tiempo de enviar sus propuestas al correo electrónico: informacion@fundacionamigosdegalicia.org o por correo postal a la dirección Avda. López Ballesteros, 9 – Vilagarcía de Arousa. El fallo del Premio será descubierto en un acto en O Grove, coincidiendo con la celebración de la Festa do Marisco.
 

Historia del Premio Nacional de Gastronomía Lola Torres

 

El concurso gastronómico tiene como finalidad destacar la gastronomía de aquellos restaurantes y/o cocineros/as que lleven como mínimo 25 años de trayectoria, degustando paladares con su cocina tradicional, elaborada principalmente con productos autóctonos de la zona: carnes, pescados, legumbres, verduras, vinos, etc.

 

La Fundación Amigos de Galicia nació como una Asociación Gastronómica el 17 de mayo de 1987, y a ella pertenecen los mejores restaurantes de Galicia y algunos de España. Surgió como un merecido homenaje a las mujeres gallegas de la posguerra. A pesar de la escasez de alimentos y de productos, fueron capaces, siguiendo la tradición de los pazos, de elevar los platos a un nivel de gran calidad. En la primera mitad del siglo XX, cocineras como Josefina Vilas, a Viuva de Trives o Lola Torres tomaron el relevo de una tradición que supieron trasladar con éxito a los restaurantes.

En reconocimiento a estas mujeres, la Fundación Amigos de Galicia, creó el Premio Nacional de Gastronomía Lola Torres, para que llevase su nombre.

 

Lola Torres nació en O Grove en el año 1917. Con 12 años empezó a trabajar al servicio del gerente de A Toxa, y a los 17 entró en la fábrica de conservas El Marino, en la sección de salsas, lo que le ayudaría más adelante en su faceta de cocinera. Con 30 años se casó con Francisco, exiliado en el norte de África, y fueron padres de dos hijos, Carmen y Francisco.

 

En el año 1951 fundaron el restaurante Finisterre en O Grove. Allí pone en marcha su creatividad en la cocina, considerada hoy cocina tradicional, pero de vanguardia para la época. Allí nacieron el arroz con bogavante, el asado xacobeo con carne de ternera o la merluza al alvariño. La utilización de productos de gran calidad y una cuidada elaboración y presentación, sirvieron para mejorar platos gallegos tan conocidos como los callos, el pulpo, y distintos postres tradicionales. Murió en O Grove en el año 2002, recibió, en el año 2003, el Premio Álvaro Cunqueiro al reconocimiento de su cocina y labor gastronómica.